Es imposible hablar de las tendencias inmobiliarias para este año sin echar la vista atrás y analizar ciertos aspectos que marcaron el pasado 2022. Es evidente que la recuperación económica tras la pandemia hizo aumentar el número de operaciones inmobiliarias, de la misa forma que el límite en la subida de los alquileres fomentó la contratación o duración de los mismos.

Por otro lado, el fuerte incremento de los precios generales de la vida y la inflación jugaron en su contra en los últimos meses y puede que marquen tendencia en 2023. ¿Qué nos espera este año en el sector?

Tendencias inmobiliarias: aspectos generales.

Como consecuencia de la citada inflación, el encarecimiento de la vida, la Guerra de Ucrania y la incertidumbre económica, la prudencia va a ser la nota predominante del 2023 en materia inmobiliaria. Todo apunta a que el año comenzará con un descenso de la venta de viviendas que beneficiará a los alquileres.

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Además, la escasez de oferta en alquiler permite mantener unos precios que serán bastante altos también en 2023, siendo otra de las grandes tendencias inmobiliarias que nos esperan.

Otra de las tendencias es que la compra de viviendas de segunda mano para reformar se impone a la compra de obra nueva, tanto en zonas urbanas como rurales. El hecho de que las nuevas construcciones se hayan visto impactadas por el fuerte incremento de costes (materiales, energía y mano de obra) provoca unos precios más elevados que hacen que los clientes se decanten por casas de segunda mano o en alquiler.

Tendencias inmobiliarias: prácticas que se imponen.

Una vez visto el panorama del sector en términos más generales, vamos a irnos a tendencias más concretas y relacionadas con nuestro día a día como agencia inmobiliaria en Asturias:

1.- Visitas mediante realidad virtual

Ya te hablamos de ello en varias ocasiones y el 2023 será el año en que definitivamente se consoliden. Nos referimos a las visitas virtuales y al uso de la realidad virtual para mostrar las viviendas a los potenciales compradores.

Ya forman una parte crucial del actual marketing inmobiliario y en el 2023 serán mucho más demandadas por los clientes que quieren optimizar su tiempo y no tener que desplazarse hasta la vivienda que valoran comprar o alquilar. Por eso, además de la realidad virtual, el uso de drones que permitan ver la vivienda en tiempo real comienza a ser tendencia. El reto de las agencias es que podamos ofrecer una visita desde la distancia pero igual de real que la presencial.

2.- Demanda de smart houses

La sostenibilidad se impone, y las casas del futuro pasan por ser casas inteligentes con tecnologías domóticas que permitan vivir de manera más cómoda y, sobre todo, optimizar recursos como el agua o la calefacción.

Se trata de viviendas que tienen automatizadas muchas acciones en el hogar gracias a la tecnología con el objetivo de facilitar la vida a sus habitantes pero también para reducir el gasto energético y económico.

3.- Búsqueda de viviendas para reformar

Tanto la escasez como el encarecimiento de la obra nueva en ciertas zonas ha dado lugar a que crezca el interés por viviendas de segunda mano para reformar. Esta tendencia ya se vio impulsada en 2020 tras el confinamiento más duro: muchas personas decidieron reformar una vivienda en un pueblo o en los alrededores de las ciudades, lejos de la urbe masificada.

Y ahora, con las circunstancias actuales que antes mencionamos, parece que comprar para reformar se convierte en una tendencia, tanto por cuestión económica como por la posibilidad de tener una casa renovada a medida en ubicaciones en las que resulta difícil poder pagar una vivienda de obra nueva.